La oxidación de una fruta es un proceso químico que se produce por entrar en contacto la fruta con el aire.
Entonces, podemos evitar o retrasar que se oxide la fruta, evitando el contacto de la superficie de la fruta con el aire, es decir, como taparla con algo. Además, el proceso de oxidación de la fruta también se puede retrasar teniéndola en lugares fríos como la refrigeradora, por ejemplo.