Capitulo 36: Dos semanas habrían trascurrido desde la llegada del sacerdote al país de los Kombu-Manez. Sea porque solamente Sinar podía entenderle o porque este gustara del traro del europeo paseaban juntos diariamente mientras Nay veía regresar al amado preocupado y melancólico.
Capitulo 37: Al amanecer del día en que iba a celebrarse el desposorio de Sinar este con Nay y el misionero bajaron silenciosamente a las riberas del Gambina y el sacerdote les hablo:-el Dios que os he hecho amar, el Dios que adoraran vuestros hijos nos desdeña por templo los pabellones de palmeras que nos cobijan.
Capitulo 38: Por aquel tiempo se explotaban muchas minas de oro en el choco; y bien merece ser elogiada su producción si se tiene en cuenta el rustico sistema utilizado para el trabajo. Este lo atendían cuadrillas de esclavos.