Respuesta:
Que nosotros somos hijos de Dios, y si somos hijos de Dios tenemos que parecernos a él y dar frutos de evangelio de amor. Jesús nos enseña que él es el árbol y nosotros somos los frutos, y que es el mismo Dios quien nos alimenta, nos nutre y nos hace fuertes, hasta que llegue el momento de recogernos en su gran gloria. También nos dice que si no queremos obedecer o dar frutos, seres excluidos, nos da una elección de vida, nos da para escoger que deseamos hacer, si permanecer en el árbol o secarnos lejos de él. Todo fruto que cae del árbol al no ser nutruido se pudre, de eso nos advierte, que es necesario, urgente que permanescamos en él.
Explicación: