La democracia se practicaba en los espacios públicos, el Ágora se acostumbra a decir. Allí podían participar y tenían peso político la voz de los ciudadanos sin diferenciaciones. Lógico, no todos eran ciudadanos: sólo hijos de padre y madre nacidos en la polis. No eran considerados ciudadanos ni niños ni mujeres, o por lo menos no con la posibilidad de palabra en la asamblea.
Claro está que el tema es mucho más complejo, puesto que la democracia griega también contaba con una estructura capaz de hacerla prosperar y existir. Hay otras figuras como los funcionarios, Consejo y tribunales igual de importantes que la Asamblea.