Cuenta la historia de Waris Dirie que con 13 años huyó de su hogar y atravesó el desierto para evitar que su padre la casase con un hombre mayor. Su infancia transcurre en la naturaleza, cuidando de sus animales y desplazándose de un lado a otro en busca de agua, ayudando a su madre y cuidando a sus hermanos pequeños. Su vida sólo consistía en sobrevivir día a día y en atenerse a las normas de su cultura, pero ella pensaba que ese no era el destino que dios tenía para ella. Aunque su vida era dura, ella era feliz con su familia aunque tuvo que ver como sus hermanos huían o morían.