La poesía postvanguardista está escrita por la generación de vanguardia, aquellos escritores que superan estéticamente al vanguardismo. Se conforma a finales de 1920, caracterizada por volver a la rima, a la forma estrófica y a la ilación lógica, su principal rasgo es la desrealización, sin caer en la irracionalidad.
Dentro de la poesía postvanguardista convergen diferentes como:
La poesía
surrealista, que cuenta con autores como:
César Vallejo (Trilce, Poemas humanos),
Pablo Neruda
La poesía pura, que quita de la palabra poética todo artificio, ornamento y usa un lenguaje desnudo, esta variedad cuenta con:
Mariano Brull (Poemas en menguante, Solo
de rosa)
Emilio Ballagas (Cuaderno de poesía negra)
La poesia metafisica con autores como:
Borges
Celestino
Gorostiza
Neruda
Nicolás Guillén
La poesía
trascendentalista con:
José Lezama Lima (Enemigo rumor, La fijeza, Dador)
La poesía existencialista:
Octavio Paz (Libertad bajo palabra, La
estación violenta).
La poesía concreta vinculada a:
José Juan Tablada
Amanda Berenguer (Composición de lugar).