Respuesta :
La migración de personas calificadas por su conocimiento y su experiencia es un tema antiguo y recurrente. La historia registra el intercambio de científicos y pensadores en épocas diversas, así como la existencia de metrópolis que han reunido a los creadores, absorbido el talento e irradiado la cultura, el saber y la tecnología. Sin embargo, en el siglo XX, esos mismos fenómenos clásicos han adquirido un volumen y una influencia dramáticamente mayor que en el pasado, con la expansión de actividades que impulsan el desarrollo científico y tecnológico, y la ampliación de los sistemas educativos. En particular, las universidades y los centros de investigación científica y tecnológica de los países centrales extendieron el reclutamiento de sus cuadros a escala planetaria. También la segunda mitad del siglo XX conoció un crecimiento importante de los organismos internacionales, que agrupan a funcionarios y asesores de diferentes nacionalidades, al tiempo que las décadas recientes se han caracterizado por el crecimiento de las empresas y las actividades multinacionales. La migración internacional se ha convertido en un fenómeno de primera importancia en la agenda internacional. Se estima que los migrantes internacionales son, aproximadamente, el 3% de la población mundial. Si bien, a primera vista, aparece como una fracción pequeña de la población total, su volumen ha ido creciendo en los últimos años. Un rasgo presente es que los migrantes provienen de casi todos los países del mundo y, si bien una parte considerable migra entre países fronterizos o dentro de su región, una proporción cada vez mayor se dirige hacia los países centrales, particularmente hacia algunas ciudades globales que concentran las decisiones económicas, las actividades financieras y los servicios especializados de las empresas internacionales, así como la producción en empresas innovadoras. En esas ciudades, residen los cuarteles centrales de la globalización y, junto a ellos, una parte importante de la inmigración que proviene de diferentes regiones del mundo: una de las características de las ciudades globales es su diversidad étnica y cultural. Esta concentración de los inmigrantes en los países industriales, en particular en algunas ciudades, ha tenido como consecuencia el desarrollo de conflictos entre las poblaciones nativas e inmigrantes, y se ha convertido en uno de los temas políticos más complicados en dichos países. En las discusiones sobre este fenómeno, se ponen en evidencia fuertes contradicciones: mientras que los países desarrollados, en mayor o menor medida, impulsan el proyecto liberal en materia de circulación de capitales y mercancías, la migración de trabajadores y la radicación de las personas en sus territorios están severamente controladas por las legislaciones nacionales. Esta inconsistencia del discurso liberal se debe, fundamentalmente, a la necesidad de evitar los conflictos que surgen de la competencia entre los trabajadores nacionales de los países y los inmigrantes, así como de otros procesos más globales de resurgimiento de nacionalismos, acompañados de expresiones de xenofobia y de rechazo al "diferente", que han tomado peso en las últimas décadas, especialmente en algunos países. En este contexto, los países industriales han limitado el ingreso de inmigrantes, instrumentando políticas represivas para los ingresos ilegales: en la mayoría de los países europeos existe una serie de limitaciones a la inmigración extracomunitaria, así como cuotas para ciertos tipos de inmigrantes; este tipo de medidas es usual en los países receptores de inmigrantes, como Estados Unidos, Canadá y Australia, por mencionar algunos de los ejemplos más importantes. Otra contradicción aparece vinculada al tema demográfico: el envejecimiento de la estructura de edades en los países industriales implica, en términos generales, una demanda insatisfecha de jóvenes trabajadores en edades activas. Las proyecciones de población demuestran que en la mayoría de los países industriales se necesitarán trabajadores adicionales para su fuerza de trabajo, así como contribuyentes para los sistemas de seguridad social. Esta necesidad de inmigrantes es claramente contradictoria con las políticas restrictivas de muchos países y aparece como un tema pendiente de solución.