Respuesta :
Antes los monarcas tenían todos los poderes; en la actualidad son monarquías parlamentarias en las cuales existen ministros o presidentes en quienes recae el poder
En el siglo los estados nacionales tras la Edad Media y con el Renacimiento surgen los estados autoritarios, con reyes autócratas.La Europa de comienzos del siglo XVI es un mosaico de cuerpos políticos muy diferentes. Junto a reinos diversamente organizados, pero ya sólidamente implantados en su independencia nacional, existen repúblicas urbanas y señoríos nacidos en torno a una ciudad, así como principados laicos o eclesiásticos, cuya autonomía es tan efectiva en Alemania como en la Italia desembarazada de la ficción misma del poder imperial.
En la actualidad, las monarquías que quedan en occidente (en Europa) son todas constitucionales o parlamentarias, tales como en España, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, etc.. El monarca es un símbolo del estado pero no gobierna, ya que existe una división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y las autoridades son elegidas por el pueblo. La soberanía (al menos en teoría) la detenta el pueblo y los reyes son seres comunes y corrientes que se suceden por herencia pero no son enviados de Dios para gobernar y ser dueños de ningún país
En el siglo los estados nacionales tras la Edad Media y con el Renacimiento surgen los estados autoritarios, con reyes autócratas.La Europa de comienzos del siglo XVI es un mosaico de cuerpos políticos muy diferentes. Junto a reinos diversamente organizados, pero ya sólidamente implantados en su independencia nacional, existen repúblicas urbanas y señoríos nacidos en torno a una ciudad, así como principados laicos o eclesiásticos, cuya autonomía es tan efectiva en Alemania como en la Italia desembarazada de la ficción misma del poder imperial.
En la actualidad, las monarquías que quedan en occidente (en Europa) son todas constitucionales o parlamentarias, tales como en España, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, etc.. El monarca es un símbolo del estado pero no gobierna, ya que existe una división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y las autoridades son elegidas por el pueblo. La soberanía (al menos en teoría) la detenta el pueblo y los reyes son seres comunes y corrientes que se suceden por herencia pero no son enviados de Dios para gobernar y ser dueños de ningún país