Esto se debe, a la
aparición periódica de agua cálida en la zona oriental y central del océano
Pacífico, a lo largo del ecuador. La llegada de agua inusualmente cálida a esta
zona puede provocar cambios imprevistos —y a menudo indeseables— en los
sistemas meteorológicos de todo el mundo, especialmente en las regiones
tropicales. En promedio, El Niño aparece cada cuatro años y medio, pero puede
repetirse en sólo dos años o tardar incluso 10 años en volver a ocurrir.