Una buena combinación de los alimentos puede contribuir a un buen estado de salud, tan importante como lo son la calidad y la cantidad de alimentos que ingerimos.
Quizá vuestra alimentación ya es limpia y notáis sus beneficios; y, ahora, leyendo este artículo pensáis: “Ya he hecho bastantes cambios en mi dieta, ¿y ahora la debo hacer más restrictiva?”. La misma pregunta me hice yo, pero no pude resistirme a probarlo. Aunque mi alimentación ya se basaba en productos de origen vegetal y era altamente cruda, los resultados que experimenté fueron notables. Niveles de energía aún más elevados y un adiós definitivo a la barriga hinchada.
Combinar bien los alimentos no solo nos permite mejorar la digestión, sino también asimilar mejor los nutrientes. El sistema digestivo requiere menos energía y el resultado es que el organismo puede centrarse en otras funciones como reparar células y células y seguir con su proceso natural de depuración. Este ahorro de energía también repercute en el estado de ánimo: nos sentimos menos pesados y cansados después de las comidas y tenemos más energía y vitalidad a lo largo del día.