Respuesta :
los tarahumaras la llegada del Año Nuevo bailando matachines, danza que sólo realizan los hombres, durante seis días, hasta la llegada de los Reyes Magos. Los hombres bailan sin parar desde el día 1 de enero hasta el 6, es una forma de pedir perdón a Dios por los pecados del año que termina, para empezar limpios el año, con buena salud y con la espera de la llegada de otro año más a sus vidas.
Las mujeres observan este ritual que se realiza como cada año alimentando a los niños y también a los adultos que bailan durante los seis días, pero sin ninguna comida en especial, sólo lo que haya en casa.
Las mujeres observan este ritual que se realiza como cada año alimentando a los niños y también a los adultos que bailan durante los seis días, pero sin ninguna comida en especial, sólo lo que haya en casa.
A la llegada de los españoles, el actual estado de Chihuahua era ocupado por varios pueblos: los tubares, los tobosos, los cocoyomes, los joyas, los conchos, los guazapares, los chinipas, los tarahumaras, los salineros y los pimas.Los tarahumaras ocupaban el territorio que recorre la estribación este de la sierra Tarahumara. Se tiene poca información acerca de su cultura y forma de vida. Al parecer, su organización se fundaba en el parentesco basado en relaciones recíprocas y contaban con un cacique o "principal". Se supone que estos caciques gobernaban una o varias rancherías, pero no existía un gobierno unificado para toda la nación rarámuri. Eran agricultores, sembraban principalmente maíz y frijol, actividad que complementaban con la caza y la recolección.En la segunda mitad del siglo XVI se inició la colonización del actual estado de Chihuahua con la explotación de una mina en 1557 y la fundación de Santa Bárbara, primer centro de población española. Los jesuitas establecieron una misión en el Valle de San Pablo, hoy Balleza, hacia 1607; sin embargo, la tarea evangelizadora se suspendió por la rebelión de tarahumaras y tepehuanes en 1620, reanudándose hasta 1639 con la misión de San Felipe de Jesús.En 1631 se empezó a explotar la mina de San José del Parral, por lo que Parral se convirtió en importante mercado de productos y mano de obra para los rarámuri. Pronto, ganaderos y agricultores empezaron a apoderarse de las mejores tierras, lo cual obligó a los tarahumaras a internarse cada vez más en la sierra. Éstos, reducidos a pueblos de misión eran forzados a prestar trabajo en las minas cuando esta actividad cobró auge a mediados del siglo XVII.Los jesuitas, establecidos en las misiones, se desplazaban de ahí hacia regiones de "gentiles" para convertirlos y congregarlos en pueblos, de donde los indígenas huían. Sustituían a los caciques por nuevas autoridades, como gobernadores, capitanes, generales, soldados, fiscales, mayores y temastianes. A los habitantes de los pueblos que no cumplían con los oficios católicos les imponían castigos que iban desde azotes hasta la condena al trabajo forzado a perpetuidad. Cada misión cultivaba campos y criaba ganado para abastecer los centros mineros y las poblaciones misionales.Durante el siglo XVII hubo una serie de rebeliones que impidieron la consolidación del sistema misional. En 1651 los tarahumaras se levantaron en armas contra los españoles, debido al descontento que provocó la ocupación permanente del Valle de Papigochi por parte de los españoles. Dos años después los naturales fueron obligados a pactar la paz forzados por la destrucción de sus siembras; a cambio, los españoles abandonaron la sierra.A partir del siglo XVIII los jesuitas optaron por no obligarlos a establecerse en pueblos sino dejarlos que asistieran sólo al trabajo y a los rituales en la iglesia; con esto disminuyó considerablemente la población natural establecida en pueblos.Al momento de la expulsión de los jesuitas de la Nueva España en 1767, tenían 28 misiones en la Alta y Baja Tarahumara, que pasaron al clero secular del obispado de Durango y a los franciscanos de Zacatecas.En 1876 se rebelaron los rarámuri de Nonoava, debido al despojo de tierras de que fueron objeto por parte de mestizos amparados en las leyes de desamortización dictadas en 1856. Aunque el conflicto se solucionó con la devolución de las tierras, nuevos levantamientos se registran en Agua Amarilla en 1895 y en Chinatú en 1898 debido a los abusos de los mestizos.A fines del siglo XIX y principios del XX se intensificó la actividad minera, que se vino abajo finalmente con la caída mundial del precio de la plata y el auge de la explotación forestal, que trajo consigo la llegada de extranjeros a territorio rarámuri y la construcción del ferrocarril Kansas City.En 1900 se reinstalaron los jesuitas en la sierra reiniciando su labor evangelizadora y fundando escuelas. Durante el periodo revolucionario, muchos enfrentamientos armados se efectuaron en la sierra, pero los tarahumaras sólo participaron por accidente.En 1938 se estableció en Guachochi una escuela Normal para maestros indígenas, cuyos egresados crearon el Consejo Supremo Tarahumara. Con la reforma agraria los tarahumaras fueron dotados de tierras ejidales; es entonces cuando el bosque es demandado para la instalación de aserraderos o contrataciones con las compañías madereras. Entre estas últimas destacan las que se desprenden del Grupo Chihuahua.