Respuesta :
HUELGA FERROVIARIA DE 1917En una población de trascendental arraigo ferroviario, sería imposible separar de su historia los acontecimientos más importantes por lo que ha atravesado esta actividad, engendradora de la sociedad de Justo Daract, porque de ella depende su accionar social y económico y por ende vivió palmo a palmo las horas de progreso y angustia que los obreros del riel han pasado.Es así, que cuando no lo registre la historia de los ferrocarriles a nivel nacional, Justo Daract participa activamente en la huelga general, cuando mancomunadamente La Fraternidad, La Federación Obrera Ferroviaria (hoy Unión Ferroviaria) y La Asociación Argentina De Telegrafista y Empleados Postales, centralizan su accionar mediante la formación de una Comisión Mixta de Huelga, que "La primera crisis grave comenzó en Agosto de 1.917, al estallar una huelga general ferroviaria, el despido por razones disciplinarias de dos obreros argentinos en el taller Pérez, del ferrocarril Central Argentino de propiedad inglesa, precipitó la huelga"."En la demanda de los huelguistas no entraban los salarios, horas de trabajos, ni condiciones de labor general, pedían simplemente la reincorporación de los dos hombres despedidos"."Cuando la compañía se negó a ello, los obreros se declararon en huelga y apremiaron a otros grupos ferroviarios para que se le unieran. Rápidamente los obreros desmantelaron el transporte ferroviario por todo el litoral"."Hubo algunos episodios de violencia. Durante los turbulentos meses que transcurrieron entre Agosto de 1.917 y junio de 1.918, los incidentes más serios tuvieron lugar en Rosario en forma de huelgas salvajes, allí los huelguistas cometieron toda clase de atropello contra los ferrocarriles ingleses, se apoderaron de las oficinas de telégrafos, detuvieron trenes militares, volaron puentes, interrumpieron el servicio, agredieron a los rompehuelgas y destruyeron en gran escala los bienes Británicos"."Las tropas del gobierno, notoriamente presente pero inactivas, mantenían una actitud indulgente hacia los alborotadores, la policía y las tropas nacionales, comisionadas para proteger de las compañías nada hicieron para reprimir a los huelguistas. En más de una ocasión contemplaban como los obreros quemaban bienes de los ingleses, su presencia favoreció la destrucción al demostrar que el gobierno no arrestaría a nadie por daños causados a las compañías ferroviarias inglesas"."A lo largo de toda la crisis, Hipólito Irigoyen se mostró abiertamente simpatizante y benévolo en su tratamiento con los indómitos huelguistas. En aquel momento colocó las aspiraciones de estos por encima de toda otra consideración, no hizo nada por desbaratar su juego, ciertamente no prestó atención al cargo que le hacían los diplomáticos aliados de estar haciendo una política favorable al eje"