Respuesta :
Para los caballeros medievales, servir en los ejércitos feudales era una cuestión de honor y de deber. Al tratarse de una sociedad guerrera, los caballeros europeos vivían para el combate. El éxito en la batalla era el mejor camino para obtener riqueza y reconocimiento. En muchos casos, los hijos de los nobles a los que les quedaba poca fortuna se convertían en soldados profesionales. Para ellos, guerrear era una ocupación.Cuando se les requería, también era un deber para los campesinos, aunque, desde luego, no era una cuestión de honor. Hacia los siglos XIV y XV, muchos campesinos o plebeyos se unieron al ejército para ganar dinero. Lo que ganaban, a menudo, superaba las ganancias obtenidas con empleos más pacíficos.La meta de recibir un botín era una fuerte motivación para que un plebeyo se alistara en el ejército. Éstos, los caballeros de bajo rango y los soldados de infantería, esperaban ansiosamente la oportunidad de participar en el asalto a una rica ciudad o castillo, porque, tradicionalmente, los lugares que se resistían eran saqueados. Al saquear una ciudad, un soldado podía acumular una riqueza varias veces superior a su paga anual.
En la Edad Media, santo Tomás de Aquino buscó reconciliar el pensamiento de Aristóteles con la doctrina cristiana, y desarrolló el pensamiento de la Escolástica, para la cual prestar dinero con interés era entregarse al pecado mortal de la codicia o avaricia, uno de siete pecados capitales, por lo cual se dejaba esta ocupación a personas de otras creencias, judíos principalmente
.Desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII la doctrina económica dominante fue la del Mercantilismo, para la cual el enriquecimiento de los Estados-naciones en principio derivaba del comercio y la industrialización o elaboración de manufacturas, y no del oro importado de las colonias (Bullionismo, desarrollado sobre todo en España y Portugal).
Explica que el origen de la riqueza de las naciones deriva del trabajo (concepto de la división del trabajo), de la acumulación de capital y de la valoración de los mercados.Después la producción de riqueza se vinculó a la noción de los factores de producción, que son esencialmente el capital y el trabajo.
La tierra y la economía agrícola fueron a lo largo de la Edad Media la base de la vida material y lo que depende de ella: riqueza, predominio social, poder político. Por medio de las relaciones con la tierra la jerarquía social era estructurada, solo los mercaderes no se incluían ya que no estaban en contacto directo y obligado con el suelo.
La iglesia católica fue el pilar más poderoso de la sociedad en la época feudal ya que tuvo influencias profundas en todos los órdenes la vida medieval. Su poder sobre el poder de los monarcas y de los señores feudales fue extraordinario
.Desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII la doctrina económica dominante fue la del Mercantilismo, para la cual el enriquecimiento de los Estados-naciones en principio derivaba del comercio y la industrialización o elaboración de manufacturas, y no del oro importado de las colonias (Bullionismo, desarrollado sobre todo en España y Portugal).
Explica que el origen de la riqueza de las naciones deriva del trabajo (concepto de la división del trabajo), de la acumulación de capital y de la valoración de los mercados.Después la producción de riqueza se vinculó a la noción de los factores de producción, que son esencialmente el capital y el trabajo.
La tierra y la economía agrícola fueron a lo largo de la Edad Media la base de la vida material y lo que depende de ella: riqueza, predominio social, poder político. Por medio de las relaciones con la tierra la jerarquía social era estructurada, solo los mercaderes no se incluían ya que no estaban en contacto directo y obligado con el suelo.
La iglesia católica fue el pilar más poderoso de la sociedad en la época feudal ya que tuvo influencias profundas en todos los órdenes la vida medieval. Su poder sobre el poder de los monarcas y de los señores feudales fue extraordinario