Los sufijos en español -fobia, -fóbico/ca, fobo/a - (del griego φόβος fobos, "miedo") ocurren en el uso técnico de la psiquiatría para construir palabras que describen el miedo irracional, anormal, injustificado, persistente o incapacitante como un trastorno mental (por ejemplo, la agorafobia), en química para describir aversiones químicas (por ejemplo, hidrofóbicos), en biología para describir los organismos que no les gustan ciertas condiciones (por ejemplo, acidofobia), y en medicina para describir la hipersensibilidad a un estímulo, generalmente sensorial (por ejemplo, fotofobia). En el uso común, también forman palabras que describen la aversión o el odio de una determinada cosa o tema (por ejemplo, homofobia).