Respuesta:
Ante una situación que identificamos como detonante, o peligro inminente, los mecanismos neuronales amigdalinos encienden el botón pánico y con toda la furia acumulada, ¡listo para explotar! ... Es el “secuestro neuronal”. No hay reflexión ni forma de evaluar lo que sucede sobriamente.
Explicación:
:)