Todo hombre, quiera o no, es filósofo. Una vida sin filosofía no puede vivirse. El animal se orienta unívocamente por medio del instinto. No es libre. No tiene opciones. Está determinado a hacer lo que hace. El hombre, en cambio, tiene conciencia de laproblematicidad de su existencia. Por ello, la vida humana es inevitable búsqueda de orientación, forzoso discurrir para darse un sentido. La encrucijada de la vida obliga la hombre a pensar, con el fin de saber a qué atenerse. Vivir es tener que pensar sobre el peso de la existencia. Pensar es filosofar.