De Babá Domingo aprendí que Orún, el cielo principal,no sólo está dividido en nueve cielos, sino que a diferencia del cristiano permite a los espíritus volver a la tierra para hablar con sus descendientes. A los espíritus se los conoce con el nombre de egungún, que quiere decir enmascarados.Cuando se presentan, al ser invocados, están envueltos con tiras y retazos de telas de colores y en su rostro llevan una máscara de red con unos agujeritos en donde antes tenían los ojos.En este niño habitan tres elementos: Tierra, Fuego y Agua, que harán de él un ser único y especial —explicó Babá Domingo, flotando sobre la hamaca donde dormía Simoncito.