Resolver un triángulo es dar la medida de sus 3 lados y de sus tres ángulos. Así
pues, desde el punto de vista de la Trigonometría consideraremos triángulos
congruentes como triángulos
iguales porque sólo nos interesa la medida de sus elementos. Es decir, que
cualesquiera triángulos que seamos capaces de dibujar con esos datos, serán
iguales a efectos trigonométricos. Así pues, es fundamental cuántos y cuáles de
los elementos de un triángulo son necesarios para que éste quede determinado.
Si nos estamos planteando la resolución de un triángulo rectángulo, ya
conocemos de partida que uno de sus ángulos es recto.