Respuesta :
Infancia y Juventud
Gabriel quedó huérfano de padre a los nueve años, cuando se producía la separación del Ecuador de la Gran Colombia. La familia, que se había distinguido como realista, perdió parte de su fortuna. Un fraile mercedario, el padre Betancourt, que asistía espiritualmente a doña Cleotilde, se hizo cargo de su educación.
Gabriel, que llegó a poder hablar algunas veces en latín
con su maestro, mostró una gran facilidad para el aprendizaje de las
diferentes asignaturas. El joven Gabriel era expansivo y confiado,además
de tener una recia salud, lo que se dio probablemente por la buena
relación que tenía con su padre, con quien salía a realizar actividades
en el campo.
Ya con quince años de edad, Gabriel se muda a la ciudad de Quito para
proseguir sus estudios. Pudo hacerlo gracias a dos hermanas del padre
Betancourt, que vivían en la capital y que generosamente le dieron
alojamiento. Cursó la secundaria en el Colegio Nacional San Fernando.
Hacia los 18 años de edad se sintió llamado al sacerdocio y recibió las órdenes menores; más esta ráfaga de súbito misticismo no le duró tanto e ingresó a estudiar jurisprudencia a la Universidad Central de Quito. Fue un muy buen estudiante, y gracias a eso se mantuvo becado a lo largo de toda la carrera.