El destino o para los griegos llamado como la Moira (personificado por esta Diosa) es la delimitación de la existencia tanto del hombre, así como también, la del mundo Griego.
Esto se refiere a la felicidad o infelicidad, la fortuna o la desgracia, de vida o muerte que se le asigna a cada persona por su posición social, su relación con los Dioses y los hombres.
Es lo que de manera sobrenatural guía la vida o el camino de la vida humana o de cualquier ser con un final no elegido, ocurriendo esto de forma necesaria y fatal.
El destino está relacionado con el cosmos, ya que se dice que esta es una fuerza que da un orden en el segundo antes mencionado. Se dice que el destino de las personas está escrito en las estrellas.
Es una forma de justicia que forma un sentido a la naturaleza teniendo como desenlace de esta a la muerte.
Se cree que es el límite que hay entre mortales e inmortales y que si este se llega a traspasar o modificar reacciona con castigo y furia.
Según las leyendas o cuentos griegos, el destino que se ha descrito en los oráculos, augurios o profecías, no se puede cambiar por malo que sea. Si esto se cometía había consecuencias graves por ello.
Un claro ejemplo sería si una persona se dejaba llevar por la pasión o se levantaba en contra de los Dioses (lo que llamarán los griegos como hybris) el destino o la Moira harán justicia de dichos actos.
La reacción del destino o la Moira, como antes mencionado será con furia impartiendo el castigo pertinente para aquella persona, así cayendo en la locura, violencia, daño e incluso la muerte.
Por dicha situación, el destino será un aspecto importante de la tragedia Griega, ya que es el causante de esta, con un final habitual, ya sea con muerte o con locura.
