Los adversarios de Napoleón Bonaparte fueron un número de países y sus representantes, entres los que se puede mencionar: España, Inglaterra, Rusia y Australia.
A grandes rasgos, los grandes adversarios de Napoléon Bonaparte fueron países, en aquel momento imperios o monarquías que se oponían a su intereses expancionista, políticos que tenía por Europa y otros países, apoyándose en la figura de la Revolución Francesa.