Respuesta :
El obispo de Arequipa, Chávez de la Rosa, tomó gran empeño en el progreso del seminario. Allá por 1796, realizaba-por lo menos- una visita al colegio, velando por su buenaorganización. Una mañana, el maestro de Latinidad faltó y los niños hacían de las suyas, por lo que decidió remplazarlo. Habían descuidado el latín. Nebrija y el Epítome estaban olvidados.El obispo hizo declinar a uno musa, musae. El niño se equivocó y el señor Chávez le dijo: “¡Al rincón! ¡Quita calzón!”Era la época de que “la letra con sangre entra” y un empleadocumplía la tarea de azotar las posaderas del castigado.Luego, en el quis vel quid, otro dijo un despropósito, y el maestro lanzó la tremenda frase: “¡Al rincón! ¡Quita calzón!”Después de muchos castigados, le tocó al más chiquitín y travieso, uno de esos revejidos que no representan su edad.- ¿Quid est oratio? – preguntó. El niño alzó los ojos y el obispo atribuyó el silencio a ignorancia,lanzando el terrible fallo.El niño rezongó algo entre dientes y el maestro protestó:- Ven acá, trastuelo. Ahora me vas a decir lo que murmurabas.- Yo, nada señor- dijo el chicuelo, aunque seguía rezongando.Pero el obispo insistió y al fin, el niño habló: “Lo que digo es que, si su señoría me permitiera, le haría una preguntita”. Picole la curiosidad al obispo y sonriendo, aceptó el reto.- Con su venia, ¿Cuántos dominus vobiscum tiene la misa?El señor Chávez, sin darse cuenta, levantó los ojos:- ¡Ah!, murmuró el niño- también él mira al techo.El obispo no respondió, pero le encantó la agudeza del arrapiezo, ordenando amnistía general. Desde ese día fue su protector, pues el niño venía de una familia pobrísima.Cuando el señor Chávez renunció en 1804 al obispado, llevó entre la gente que le acompañó aEspaña al cleriguito del dominus vobiscum, como cariñosamente lo llamaban.Ese niño fue uno de los prohombres de la Independencia, gran orador y habilísimo político, orgullo del clero peruano.En la Catedral hay una tumba que guarda los restos de Francisco Javier de Luna Pizarro, vigésimo arzobispo de Lima; nacido en Arequipa, en 1780 y muerto el 9 de febrero de 1855.
Respuesta:
¡Al rincón! ¡Quita, calzón!
El Obispo de Arequipa quien se llamaba Chávez de la Rosa.
El Obispo realizaba visitas semanales al colegio, para asegurarse de que los profesores cumplieran con sus labores, pero un día vio que el profesor de latín había faltado a clases así que decidió ocupar su lugar.
Todos los niños que no respondían la pregunta del Obispo tenían que ir al rincón con la frase ¡AL rincón! ¡Quita Calzón! hasta que llegó el turno de un niño, el más pequeño y travieso que ante la pregunta de su señoría, guardó silencio que fue interpretado como ignorancia y nuevamente la frase ¡AL rincón! ¡Quita Calzón!, el niño murmurando se fue al rincón mientras su señoría quería saber con mucha insistencia que es lo que decía el niño, así que el niño le pregunto si le podía hacer una pregunta Y el Obispo respondió que si, así que la pregunta fue la siguiente: cuántos Dominus vobiscum tiene la misa. El Obispo mirando al techo no sabía que responder, en realidad nadie del aula sabía la respuesta, solo el niño que le prestaba mucha atención a la misa.
Explicación: