La joven Emma Zunz contra su
empleador, Aarón Loewenthal, culpable del exilio y suicidio de su padre.
El hombre, sueco o finlandés, no
hablaba español;
Fue una herramienta para Emma
como ésta lo fue para él
Ella sirvió para el goce y él
para la justicia.
La venganza, la protagonista llama a la
policía que había actuado en defensa propia que hace a Lowenthal responsable.