Se considera color primario al color que no se puede obtener
mediante la mezcla de ningún otro. Este es un modelo idealizado, basado
en la respuesta biológica de las células receptoras del ojo humano (conos)
ante la presencia de ciertas frecuencias de luz y sus interferencias, y
es dependiente de la percepción subjetiva del cerebro humano. La mezcla
de dos colores primarios da origen a un color secundario.