Fototropismo. Se trata de la reacción de las plantas respecto a la luz solar, necesaria para realizar sus procesos de fotosíntesis.
Geotropismo. Implica la orientación respecto al eje de gravedad de la tierra, que permite orientar las raíces hacia el suelo y los tallos en dirección contraria. Es esencial durante la etapa de la germinación.
Hidrotropismo. Otro elemento indispensable para su subsistencia, el agua, es un factor ambiental de mucha influencia en los tropismos de las plantas, sobre todo de los grandes árboles en contextos urbanos.
Tigmotropismo. Se trata de la reacción en contacto con un sólido. Muchas plantas suelen crecer alrededor de ellos, en algunos casos rodeándolos y en otros englobándolos.
Quimiotropismo. Similar al hidrotropismo, pero referente a las sustancias químicas presentes en el suelo o el medio en que la planta crece. Si es favorable, las raíces e incluso el tallo crecerán en su dirección, pero si no, crecerán en sentido opuesto.
Aerotropismo. El crecimiento en relación con la presencia o ausencia de aire y espacios libres o de mayor ventilación
