El abandono de las ciudades mayas ocurre debido a un periodo de sequía que duraría unos 40 años aproximadamente.
Éste periodo produjo una gran baja de producción en la agricultura y la ganadería, produciendo un gran periodo de hambruna que acabaría por poner fin al imperio Maya, debido a que los pobladores decidieron abandonar las ciudades en búsqueda de alimento, y a un gran número de guerras entre sus pueblos que terminaron por diezmar su población.