Respuesta :
En primer lugar, se debe establecer desde un principio cuál va a ser el usuario de la vía, cuál es el volumen combinado de tráfico (número y proporción de automóviles, buses y camiones) que van a pasar por unidad de tiempo (día, hora). Se tiene así magnitudes como el Tránsito Promedio Diario –TPD- o promedio aritmético de vehículos que pasarían por la vía una vez construida. Esta magnitud es un índice de la importancia de la vía. Pero la medida que sirve para relacionar la importancia de la vía con las características geométricas, se logra a través de una magnitud más precisa: el volumen que circulará en una hora por un tramo de carretera; entre los diferentes valores que puede adoptar esta cifra, es muy importante el Volumen Hora Pico, o número máximo de vehículos que circulan en una hora, el cual, combinado con la Distribución Vehicular (importancia porcentual del número de automóviles –A-, buses –B- y camiones –C-), sirve para establecer las características geométricas de la vía, como radios mínimos, pendientes máximas, vehículo de diseño