Respuesta :
¿Era sólido el proyecto de Santa Cruz? Jorge Basadre opina que no. Sostiene que la intervención de Chile no fue temible sino por el descontento de los mismos peruanos y bolivianos. Aunque Santa Cruz hubiese vencido en Yungay, habría caído más tarde o, por lo menos, habría sucumbido su sucesor. A pesar de contar con una historia y un circuito comercial comunes, para reunir en las manos de un solo hombre territorios tan amplios, en los que las comunicaciones entre las ciudades eran precarias, el Protector necesitaba colaboradores inteligentes y leales con quienes contar con seguridad y una marina veloz (a vapor) para transportar con celeridad sus fuerzas y trasladarse él mismo a todos los puntos rebeldes. Hubiera, por último, tenido que congregar numerosos prefectos fieles a su plan. Eso, como sabemos, era sumamente complicado en un escenario sembrado de caudillismo.
Otra consecuencia negativa, añade Basadre, es que la Confederación hubiera provocado la fragmentación del Perú ya que en América del Sur varios estados se formaron debido a la dispersión de estados más vastos, como la Gran Colombia. Santa Cruz no hubiera podido ir en contra de la corriente en una probable ruptura entre las repúblicas del sur (Estado Sur-peruano) y las del norte (Estado Nor-peruano). En el caso de Arequipa, la existencia del Estado Sur-peruano o “República Sur-peruana”, como dijeron las monedas acuñadas allá, era un peligro para la unidad nacional. Con algunos años más de vida, se habría afianzado: en el caso de un colapso de la Confederación por muerte o derrocamiento de Santa Cruz (en fecha posterior a 1839) habría habido intereses creados resueltos a mantener esa entidad política y hasta anexarla a Bolivia. ¿Y la posible unión del Estado Nor-peruano con Ecuador?
A lo que Basadre dice cabría añadirle otros factores que hacían de la Confederación una ficción: la ausencia de una ética pública, el personalismo de los caudillos y el vértigo del poder y el caos. Incluso hoy, la los historiadores chilenos llegan a sostener que el gran error de Portales fue lanzar una guerra contra una entidad que se desmoronaría más temprano que tarde.
SACA CONCLUSIONES¡¡
Otra consecuencia negativa, añade Basadre, es que la Confederación hubiera provocado la fragmentación del Perú ya que en América del Sur varios estados se formaron debido a la dispersión de estados más vastos, como la Gran Colombia. Santa Cruz no hubiera podido ir en contra de la corriente en una probable ruptura entre las repúblicas del sur (Estado Sur-peruano) y las del norte (Estado Nor-peruano). En el caso de Arequipa, la existencia del Estado Sur-peruano o “República Sur-peruana”, como dijeron las monedas acuñadas allá, era un peligro para la unidad nacional. Con algunos años más de vida, se habría afianzado: en el caso de un colapso de la Confederación por muerte o derrocamiento de Santa Cruz (en fecha posterior a 1839) habría habido intereses creados resueltos a mantener esa entidad política y hasta anexarla a Bolivia. ¿Y la posible unión del Estado Nor-peruano con Ecuador?
A lo que Basadre dice cabría añadirle otros factores que hacían de la Confederación una ficción: la ausencia de una ética pública, el personalismo de los caudillos y el vértigo del poder y el caos. Incluso hoy, la los historiadores chilenos llegan a sostener que el gran error de Portales fue lanzar una guerra contra una entidad que se desmoronaría más temprano que tarde.
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