Respuesta :
Mira, espero que esta te sirva.
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años Se cansaron de esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
Vicente Huidobro
Últimos Poemas, 1948
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años Se cansaron de esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
Vicente Huidobro
Últimos Poemas, 1948
Hoy me he tendido junto a una joven puracomo a la orilla de un océano blanco,como en el centro de una ardiente estrellade lento espacio.
De su mirada largamente verdela luz caía como un agua seca,en transparentes y profundos círculosde fresca fuerza.
Su pecho como un fuego de dos llamasardía en dos regiones levantado,y en doble río llegaba a sus pies,grandes y claros.
Un clima de oro maduraba apenaslas diurnas longitudes de su cuerpollenándolo de frutas extendidas.
poema: angela adonica
autor chileno PABLO NERUDA