Los primeros limoneros silvestres se sitúan en la India y el archipiélago Indo-Malayo. Parece que el cultivo de este árbol se difundió por Europa Central en el s. II d C., con las expediciones de Alejandro Magno. Más tarde –s. IX y X- los musulmanes lo introdujeron en las penínsulas ibérica e itálica. Con el descubrimiento de América pasó al Nuevo Mundo, que actualmente es el continente líder en su cultivo.