Respuesta :
La diversidad étnica y cultural es un asunto de todos
Ejes políticos de la diversidad cultural
es el título del resultado final de una investigación realizada a lo
largo de 10 años por el grupo “Relaciones interétnicas y minorías
culturales”, que buscó entender cuál era la dinámica nacional respecto
del reconocimiento de la diversidad cultural después de promulgada la
Constitución de 1991.
Este trabajo encontró que la Constitución,
además de ser la carta institucional del país, era un poderoso
instrumento de cambio cultural. Esta percepción empezó a hacerse
visible, por ejemplo, cuando la gente comenzó a desarrollar estrategias
educativas para que la ciudadanía conociera su articulado, cuando los
jueces de instrucción criminal se convirtieron de la noche a la mañana
en fiscales y el país comenzó a comprender que había nuevos derechos.
La investigación buscó entender por qué los
derechos que dicen proteger las culturas las cambiaban, por qué los
pueblos indígenas se modernizaban a la vez que demandaban el respeto de
sus tradiciones, por qué seguimos pensando que el artículo séptimo de
la Constitución (“el estado reconoce y protege la diversidad étnica y
cultural de la nación colombiana”) es un asunto de los pueblos
indígenas o de los afrodescendientes y no de todos los colombianos.
El trabajo fue organizando a partir de
distintas observaciones sobre problemas actuales de la cultura: los
cambios institucionales de cara a la diversidad, autonomías,
globalización, derechos culturales, multiculturalismo, territorios
plurales, gobernabilidad cultural, relaciones internacionales e
iberoamérica.
Estas cuestiones fueron tratadas como fenómenos
político-culturales emergentes. Es decir, como nuevas realidades
culturales que nos están afectando a corto, mediano y largo plazo. Por
eso, Ejes políticos de la diversidad cultural invitan a pensar que la
igualdad, la equidad y la justicia, para ser reales, tienen que pasar
por el tamiz de la diversidad cultural.
El principal resultado es que plantea tres ejes
políticos de la diversidad cultural. Primero, los fenómenos
político-culturales emergentes. Como áreas no tradicionales para la
política y la antropología son aspectos culturales que tienen
importancia en la arena política, y aspectos políticos de enorme
relevancia en materia cultural.
Segundo, la gobernabilidad cultural parte del
supuesto de entender la posibilidad de gobernar como un proceso en el
que se producen significaciones distintas, que pueden o no afectar la
conducción política, y que es necesario tener en cuenta.