La consciencia es la capacidad que nos permite conectar con el aquí y el ahora, hacia fuera y hacia uno mismo. Es conectar más allá de las fantasías que nos trasladan al pasado o al futuro y están condicionadas por toda suerte de deseos, aversiones y miedos. La consciencia se desarrolla practicándola, siendo conscientes, y cuando vive atentamente, el ser humano aprende a estar más alerta de sí y a vivir de manera más reflexiva, disolviendo las identificaciones, recuperando el propio centro de consciencia clara y ecuánime y obrando entonces adecuadamente.