La historiografía es el arte de escribirla,3 pero también la ciencia de la historia.4 El énfasis en su condición de "arte" (τέχνη, [téchne]) o "ciencia" (ἐπιστήμη, [epistéme]) es uno de los objetos de debate metodológico más importante entre los historiadores, con abundante participación de todo tipo de intelectuales que han reflexionado sobre ello, dada su posición central en la cultura.5 Para una parte de ellos, ni siquiera puede hablarse de "historia" en singular, puesto que la condición de relato de sus productos los convierte en "historias" en plural.6 Para la mayor parte de los historiadores contemporáneos, en cambio, es irrenunciable 7 la condición científica de la historia, o al menos la aspiración a tal condición ("ciencia en construcción"8 ), e incluso está muy extendida la visión que no percibe ambos rasgos (ciencia y arte) como estrictamente incompatibles sino como complementarios.9