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Signos tallados en el carapazón de una tortuga con 8.600 años de antigüedad encontrados en China podrían ser los ejemplos más antiguos de escritura aparecidos hasta el momento.
Los símbolos datan del período neolítico y aparecieron en sepulturas encontradas en la provincia china de Henan.
Estamos acostumbrados a ver signos que transmiten conceptos y no me sorprendería en lo absoluto que eso es lo que estamos viendo aqui
Dr. Garman Harbottle, científico estadounidense
Según pruebas de radiocarbono, las tumbas de la Edad de Piedra, donde fueron hallados los signos, datan de entre 6.600 y 6.200 a. C.
Los arqueólogos señalaron que los símbolos guardan semejanza con los caracteres usados en China miles de años después, durante la dinastía Shang, entre 1700 y 1100 d. C.
El descubrimiento supera en antigüedad a los ejemplos de escritura más viejos que se conocían hasta ahora, y que proceden de la época mesopotámica en el actual Irak.
La escritura más antigua es la cuneiforme y el idioma el sumerio. Se trata de una escritura pictográfica, es decir, que comenzó siendo glífica y luego se simplificó.
Jaime
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Science, una tabla es el ejemplo más antiguo de escritura en América. El descubrimiento recorre el origen de la escritura de esta región unos cientos de año atrás. Es probable que los Olmecas, quienes habitaron a lo largo de la costa del Golfo de México, crearan esta escritura sobre piedra. Los olmecas, famosos por sus colosales cabezas, son considerados la primera civilización de América.
Hasta ahora nadie había encontrado evidencia de escritura Olmeca. “El redescubrimiento de sistemas de escritura antiguos es uno de los eventos más inusitados de la arqueología”, comentó el arqueólogo Stephen Houston de la Universidad de Brown, quien ayudó a interpretar los signos de la tabla.
A pesar del hallazgo, muchos arqueólogos están adoptando una actitud reservada y no han emitido juicios sobre la importancia de la tabla. Ellos esperan que más ejemplos de este sistema de escritura aparezcan en excavaciones futuras. Hasta entonces, se cuestionan la edad del artefacto, la autenticidad como una muestra de escritura y como objeto auténtico.
La tabla rectangular, encontrada en un lugar llamado Cascajal, es del tamaño de una hoja oficio, con 13 centímetros de grosor y un peso de 12 kg. En ella están inscritos 62 símbolos organizados en filas horizontales, algo inusual para los escritos mesoamericanos que por lo general son verticales, agrupados por pares y en filas serpenteantes de hasta 10 símbolos. La tabla contiene 28 tipos de marcas diferentes; algunas parecen espigas, conchas de almejas e insectos, mientras que otras son cajas abstractas o manchas. El sistema de escritura parece estar completamente aislado de otros sistemas de Mesoamérica como la escritura maya. Al ser una pieza única y con tan poco texto, no hay muchas esperanzas de descifrarlo sin antes encontrar piezas adicionales al escrito, comentó Houston.
La tabla, que data del año 900 a.C., procede de un antiguo montículo donde trabajadores locales estaban escarbando para construir un camino. Cuando encontraron la tabla, en 1999, el dueño del terreno se dio cuenta del valor de la piedra y habló con las autoridades locales, quienes llamaron a dos arqueólogos: Maria del Carmen Rodríguez del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Ponciano Ortiz de la Universidad de Veracruz.
Con ayuda de Houston y otros cuatro arqueólogos, el equipo analizó la piedra y su contenido. Los investigadores revisaron la pátina (la capa de químicos que se forma con el tiempo en la superficie), y los objetos de cerámica encontrados en el mismo montículo; la mayoría datan de entre 1200 a 900 a.C., fecha en que los Olmecas estaban en la cúspide de su cultura. Algunas culturas aledañas desarrollaron más tarde sus propios sistemas de escritura, pero hasta ahora no se había encontrado ninguna muestra de escritura Olmeca.
“Había sido como agujero negro”, dijo Karl Taube, un arqueólogo de la Universidad de California, quien también colaboró en el estudio de la pieza. “Se trata de una civilización increíblemente desarrollada, que tenía contacto con el resto de Mesoamérica y una gran economía. Pero, ¿tenían escritura?”
Joyas, figurillas y algunas piezas de cerámica tenían símbolos aislados que podrían considerarse como ejemplos de escritura Olmeca. Pero la tabla de piedra es el primer signo manifiesto que indica que esta cultura tenía escritura. La escritura en piedra se deriva de la “iconografía” de la cultura: símbolos, ilustraciones estilizadas que adornan monumentos y figurillas de la región. “Todas las imágenes son características de la cultura Olmeca”, expresó Taube. La conexión entre los símbolos escritos y la iconografía de un periodo de tiempo específico ayudaron a confirmar la edad de la tabla.
Muchos arqueólogos dudan del hallazgo por ser tan excepcional. David Grove, arqueólogo de la Universidad de Florida, y quien no estuvo involucrado en la investigación, declaró que: “la tabla parecía falsa porque los símbolos están organizados en filas horizontales, a diferencia de los sistemas de escritura de esa región”. Grove, también escéptico, agregó que algunos de los símbolos parecen estar fuera de lugar, pues no aparecen en la iconografía hasta siglos más tarde.
El arqueólogo Christopher Pool de la Universidad de Kentucky, sabía de la tabla desde hace un par de años. “Siempre he sido un poco escéptico”, declaró. “Primero porque es algo único. Además cuando Rodríguez y Ortiz obtuvieron la tabla, ya la habían movido del suelo; la sacaron de su contexto arqueológico original”, concluyó.
Aún así Houston espera que el descubrimiento atraiga más atención en la zona, y así motivar el descubrimiento de más ejemplos de escritura Olmeca. La arqueóloga Mary Pohl de la Universidad estatal de Florida, concuerda con él y agregó que “es un gran descubrimiento; sospecho que vendrán más”.