Aquiles, Máximo y Carmen Serdán son símbolos de la resistencia popular a la dictadura porfirista y se les considera iniciadores de la Revolución Mexicana.
Ella y sus hermanos nacieron en el seno de una familia poblana acomodada, de ideales democráticos y Carmen Serdán contribuyó a la causa de la Revolución Mexicana desde el Partido Anti-Reeleccionista.
Carmen se dedicaba por las noches a pegar propaganda contra al dictadura de Porfirio Díaz y repartía pólvora y dinamita entre los inconformes, e incluso hizo tareas de estafeta con el seudónimo de Marcos Serrato. Además, elaboraba bombas y hacía transacciones para la compra de rifles y pistolas para proveer de armas a las fuerzas revolucionarias.
Defendió su casa de fuerzas porfiristas y resultó herida al subir a la azotea para proveer de parque a los revolucionarios que custodiaban a uno de los mayores ideólogos y dirigentes de la revolución, su hermano Aquiles. Carmen pagó esa experiencia siendo aprehendida y encarcelada al lado de su madre y su cuñada, pero no perdió el animo, pese a haber perdido en la batalla a su hermano Máximo y continuó su lucha al lado de los revolucionarios.
El nombre de Carmen Serdán esta inscrito desde el 18 de noviembre 1948 en letras de oro en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y se levanta una estatua de ella en Monterrey, donde se le representa disparando su carabina.
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